
Más allá de la polarización que imperó en Costa Rica en los últimos meses por la campaña presidencial, los ciudadanos de uno de los países más determinantes de Centroamérica acudieron en calma a votar para tomar una decisión.
Entre el oficialismo de centroizquierda encarnado por el periodista Carlos Alvarado, exministro de Trabajo, y el pastor cristiano Fabricio Alvarado, quien prometió un viraje a la derecha, los costarricenses se decidieron por el primer candidato con el 60.66% de las votaciones al cierre de esta edición.
Sin conocerse la cifra exacta de participación, quedaba claro que la ciudad estaba aletargada y que las familias permanecían en sus casas en medio de un ambiente inusualmente silencioso. En todo caso, la autoridad electoral celebraba los pocos inconvenientes.
“No hay incidentes significativos, la jornada transcurre (ayer) con absoluta normalidad, en un clima general de respeto y de tolerancia por la opinión de los demás, características usuales de la democracia de Costa Rica”, dijo en la mitad de jornada el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Luis Antonio Sobrado.
El Tribunal no registró anomalías en el proceso y ha recibido 80 denuncias por incidentes menores relacionados a propaganda, rampas de acceso para discapacitados, permisos laborales para salir a votar y la falta de algún crayón de los que se utilizan para emitir el sufragio.
Pero era tal el exceso de pasividad en las calles de San José, que los dos candidatos hicieron llamados, desde sus centros de votación, a que la gente no se dejara vencer por la apatía política.
“Salgamos a votar por un país que necesita cambios, vayamos a votar, no respondamos insultos ni ofensas”, afirmó Fabricio Alvarado.
El evangélico llegó a la jornada como favorito de todas las encuestas, por lo que se pensaba que el alto ausentismo podía afectar más a su rival. Así, el país se preparaba a un gobierno contrario al mantrimonio igualitario, a la confirmación de un Estado laico, entre otros temas que marcaron el debate. ¿Podría un viraje a la derecha en la siempre estable Costa Rica tener efectos en la región?
En opinión de Mauricio Jaramillo Jassir, internacionalista de la Universidad del Rosario, “no es probable que la llegada del político cristiano al poder deje alguna incidencia en el mapa ideológico de la región. Históricamente Costa Rica no se ha comportado de esa forma, pero además, los países de la región están enfocándose en temas internos”.