El senador demócrata, John Kerry, es ahora secretario de Estado de E.U., y la apuesta diplomática del presidente Obama.
Toda una vida dedicada a la diplomacia y a la política internacional, siempre en las huestes del Partido Demócrata, le valieron al senador por Massachusets, John Kerry, su nombramiento por parte del presidente Barack Obama como nuevo Secretario de Estado, uno de los cargos más importantes del Gobierno de Estados Unidos.
Kerry, un veterano de Vietnam, de 69 años, que fue candidato presidencial demócrata en 2004, reemplazará a Hillary Clinton, quien acompañará al mandatario hasta el próximo 20 de enero, cuando comience el segundo mandato del Presidente.
El presidente Obama hizo ayer el anuncio, asegurando que éste es un cargo para el que Kerry "se ha estado preparando durante toda su vida", y confió en que el Senado, organismo que debe confirmar la designación, cumpla rápido con dicho requisito.
Desafíos
Pese a su popularidad y a que su manejo de la diplomacia ha sido alabado hasta por sus opositores, Clinton anunció hace meses que no seguiría junto a Obama en un segundo mandato porque, según ella misma ha dicho, quiere descansar y pasar más tiempo con su familia.
Ahora le espera un conflicto enquistado en Siria, con la mayor coalición opositora reconocida por Obama como "representante legítimo" del pueblo y la amenaza del uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar Al Assad, lo que haría que E.U. considerase llevar a cabo una acción militar a la que hasta ahora es reacio.