Perdió por 1-0 con Equidad con un fútbol discreto y con individualidades lejos de un buen nivel.
Con impotencia, tristeza y desazón, la afición del Medellín regresó este domingo a casa tras el partido ante Equidad, que salió triunfador por 1-0 del Atanasio Girardot.
Otra amarga noche soportaron los escarlatas al ver que su elenco, a pesar del esfuerzo de Hernán Darío Bolillo Gómez, no encuentra su ruta futbolística.
El primer tiempo dio grima. Ninguno de los dos equipos generó opciones de gol, pues la mayor parte del tiempo el balón circuló en el medio campo, con mucha marca fuerte, en especial de la visita que hizo su negocio con el 0-0 antes del descanso.
Bolillo Gómez se movía de mil maneras. Hasta de rodillas, impotente, se le vio al estratega del Poderoso que rogaba que sus dirigidos, a las ganas, le sumaran fútbol, efectividad, mejores entregas y ubicación en la cancha.
Sin brújula
La propuesta del Medellín casi siempre terminó en intenciones, lo que generaba constantes protestas de los hinchas que les pedían a los jugadores "tocar el cuero".
Una acción de Javier Calle, que ingresó para la etapa complementaria, ilusionó a la fanaticada roja, pero el juvenil desperdició ante el arquero Julián Mesa. Y en vez de alegrías llegaron sustos. Dos veces se salvaron los de casa cuando Bréiner Castillo estaba vencido.
Equidad, aplicado en marca, destruyó las sociedades que intentaron surgir. Y luego de salvarse en una descolgada en la que Ricardo Calle le negó un pase a Santiago Tréllez, que estaba solo para definir, marcó el tanto del triunfo con Víctor Guazá, a los 74 minutos, para aumentar el dolor y la tristeza de la afición roja que ve, preocupada, cómo el DIM quedó a cuatro puntos de la promoción y a cinco del descenso.
Opiniones
Las ganas no bastan para ganar
"Con las ganas no basta, llegamos al arco contrario y no concretamos. Es doloroso lo que está pasando. Nadie quisiera estar en esta situación".
John Javier Restrepo
Capitán del Medellín