
La Procuraduría General de la Nación destituyó e inhabilitó por 20 años al ex subdirector de Fuentes Humanas del DAS, William Gabriel Romero Sánchez, y a la exdetective de ese organismo, Alba Luz Flórez Gélvez, más conocida como la Mata Hari, ambos procesados por el escándalo de las interceptaciones ilegales.
De acuerdo con el procurador delegado para la vigilancia administrativa Pública, Fernando Brito, ambos exfuncionarios incurrieron en falta gravísima por cinco cargos: la invasión de la intimidad y la esfera privada de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia objetos de las interceptaciones ilegales, la violación de la reserva de las investigaciones, utilizar sus cargos para funciones distintas a las establecidas, el incremento injustificado del patrimonio y el haber abusado de su autoridad.
De acuerdo con Brito se comprobó que se recogió información personal de los magistrados de forma ilegal.
De hecho con la exposición del procurador se manifestó que las tareas de inteligencia estaban dirigidas para desacreditar a la Corte Suprema de Justicia.
Igualmente, Brito señaló que desde el primer momento Flórez y Romero sabían que se trataba de una actividad ilegal. De la misma manera, señala que para este fin hubo un desmedido gasto, y que se extrajeron de forma ilegal de la Corte procesos sensibles de parapolítica y de la Farcpolítica.
A lo largo de la investigación se determinó que se siguieron órdenes ilegales que no debieron acatarse sin importar de dónde eran proferidas ya que no eran ajustadas a la constitución.