En medio de la angustia y de la incertidumbre, familiares y vecinos de los nueve mineros atrapados en la mina El Desespero del sector La Balastrera, de la vereda La Clara, de Angelópolis, esperaron toda la noche del miércoles y el amanecer y la mañana del jueves a que sus seres queridos fueran rescatados.
A pocos metros de la bocamina, Ofelia Marín se aferraba a todos los santos para que sus dos hijos, Víctor y Róbinson Bustamante Marín , de 25 y 22 años, salieran sanos y salvos.
Esta humilde mujer, residente en el corregimiento La Estación, de Angelópolis, pasó la noche y la madrugada a la intemperie esperando noticias de sus dos muchachos únicos varones que le sobrevivían, porque el mayor había muerto hace cuatro años en otro accidente minero.
Mientras tanto sus cinco hijas la consolaban y con una cobija le daban calor porque a pesar de estar la luna llena soplaba por el cañón de la quebrada Juan Bulla, en cuya ribera está ubicada El Desespero, una brisa fría que permeaba los huesos.
Al frente de la entrada de la mina, los bomberos de Angelópolis y Amagá luchaban por mantener prendidas tres motobombas con las que, desde el fondo del socavón, miembros de Rescate Minero de Ingeominas, intentaban extractar centenares de metros cúbicos de agua que con lodo, rocas y madera arrasaron con los nueve mineros.
Cerca de allí, en una casa campesina, a orillas de la vía Angelópolis-Amagá, Luz Marina Gallego lloraba frente a la moto de su esposo que quedó estacionada. "Él era el más veterano de todos, pero sólo llevaba cuatro años con la minería, porque antes fue mayordomo en fincas de Marinilla. Se vino para esta zona minera y sólo se pudo colocar sacando carbón".
"Salió a las seis de la mañana del miércoles y como yo trabajo en una casa de familia de Caldas, le dije al patrón que me dejara ir a las tres de la tarde, para atenderlo ya que llegaba de muerte", comentó. La buseta, agregó, se demoró un poco y cuando iba a entrar a la casa como a las cuatro de la tarde vi pasar el carro de rescate y pensé lo peor. Luego un vecino me informó de lo ocurrido en la mina y vengo y solo encuentro su moto", indicó la mujer en medio de la angustia.
A las dos de la mañana, con la llegada de una gigantesca motobomba, la esperanza de un pronto rescate resucitó entre los miembros de la familia Bustamante, aunque ya veían esfumarse las posibilidades de vida de sus allegados porque uno de los sobrevivientes, Norberto Ruiz Quiceno , les acaba de asegurar que a todos los vio morir ahogados.
Con los primeros rayos del sol empezaron a llegar las autoridades y familiares de otros mineros que apenas se enteraban de la magnitud de lo sucedido. Norberto, quien había descansado unas horas en su casa del corregimiento La Estación, de Angelópolis, regresó para no perderse detalle del rescate de sus compañeros.
"Estoy muy triste porque vi morir a mis amigos", dijo y aseguró que no volvería a ese trabajo, porque le daba temor dejar huérfano a su hijo de cuatro meses y medio.
¿Mina legal o ilegal?
Pasadas las primeras horas de la mañana un rumor empezó a atormentar a las familias, en especial a los Bustamante. Se decía que la mina era ilegal y por tanto las víctimas no contaban con seguro.
Sin embargo, el dueño de El Desespero, Arnulfo Velásquez , papeles en mano, manifestó que tiene el contrato de operación para explotar la mina que empezó a operar el 13 de junio de 2010 y que los Bustamante no debían preocuparse porque antes de que entraran al socavón ya les había tramitado su ingreso a la EPS y a la ARP.
La secretaria de Minas de Antioquia, Claudia Cadavid , denunció que el estado jurídico de El Desespero era de exploración y no podía realizar explotación, ya que no contaba con el programa de trabajos y obras autorizado ni con las licencias ambientales correspondientes.
Agregó que el sitio de ocurrencia del siniestro no correspondía con la actividad avalada en el título minero, aunque se iba a constatar esta afirmación con el informe oficial del Sistema Geológico Colombiano, como autoridad competente para estos eventos.
"En ningún momento, por estar el título minero en estado de exploración podía realizarse exploración y la actividad no puede tener la connotación de legal".
Advirtió que esperan los conceptos técnicos para ordenar el cierre, pero, añadió, "adicionalmente tenemos un reporte de Ingeominas de junio y julio de 2011, donde se reportó que la mina por temas de seguridad no podía estar en actividad".
Édgar Fabián Morales , coordinador Nacional de Seguridad y Salvamento Minero, del Sistema Geológico Colombiano, quien llegó al medio día de ayer al lugar, terció en la polémica y confirmó que la mina era ilegal y no tenía programa de trabajos y no estaban autorizados para realizar ningún tipo de explotación bajo tierra.
Destacó la labor de los socorristas tanto de Salvamento Minero como de los bomberos de Angelópolis y Amagá, la Defensa Civil de Caldas y reconoció que tuvieron problemas para extraer el agua con las motobombas porque en la zona sólo había energía de 110 voltios y no trifásica para impulsar equipos de mayor poder.
Hacia las tres de la tarde fue rescatado el primer cuerpo, el de Víctor Hugo Quiceno Montoya , de 21 años, quien desde los 12 años extraía carbón y a las 8:30 p.m., el segundo, Juan Carlos Restrepo , de 21 años.
Los demás mineros atrapados son Jesús Antonio Gallego Atehortúa , de 58 años; los hermanos Róbinson y Víctor Bustamante Marín; Juan Fernando Botero Morales , de 28; Dayron de Jesús Velásquez Zapata , de 43; Jhony Alberto Rojas , de 38, y Esteban Duque Cano , de 18.
COLOMBIAN HEADLINES
NINE FEARED DEAD IN MINE TRAGEDY
Of ten miners trapped in the Desespero coalmine in Angelópolis, only Norberto Ruiz Quiceno was rescued alive and Dapard doubts any others survived, especially after Ruiz said he saw the others drown.The tragedy's cause remains unknown, but it's possible that an underground water deposit burst, flooding the shaft. Rumors that the mine was illegal and had not been cleared for exploitation were confirmed by Ingeominas, despite documents produced by the mine's owner, Arnulfo Velásquez, claiming otherwise.
CRONOLOGÍA
ÚLTIMAS TRAGEDIAS EN EL SUROESTE
1 de abril de 2005
En el sector de La Honda, vereda La Florida, de Amagá, en límites con Angelópolis, tres hombres perdieron la vida por inhalar monóxido de carbono mientras laboraban en una mina.
Las víctimas ya habían sido advertidas del riesgo que corrían allí.
14 de junio de 2006
Una persona muerta y 28 heridas dejó una explosión en la mina San Fernando de Amagá.
El accidente fue provocado por uno de los mineros, quien prendió un cigarrillo en el socavón. La pronta intervención de los socorristas evitó una mayor tragedia.
11 de noviembre de 2008
Cinco mineros murieron al explotar una carga de dinamita en un bolsillo de agua formado por el caudal de una quebrada desviada hacía la mina San Fernando de Amagá.
Las labores de rescate de los cuerpos duraron tres días. Solo un hombre sobrevivió al accidente.
2 de abril de 2009
Atrapados quedaron cinco mineros por un derrumbe en la mina El Silencio de Amagá, pero gracias a la reacción de unos obreros que construían una vía cercana, fueron rescatados con vida. En 1977 cerca de 100 hombres perdieron la vida en esta mina.
6 de agosto de 2009
En una explosión producida en la mina El Bloque, ubicada en la vereda Jonás, de Fredonia (Amagá), perdieron la vida nueve hombres y tres más resultaron heridos. Los cuerpos de los mineros fueron encontrados a cerca de 450 metros de profundidad.
16 de junio de 2010
La mina San Fernando de Amagá protagonizó la segunda tragedia minera más grande en la historia colombiana, en la que 73 hombres murieron.
La explosión se produjo por acumulación de gas metano en uno de los socavones, lo que además impidió un pronto rescate.
PROTAGONISTAS
DOS HERMANOS, VÍCTIMAS DE LA TRAGEDIA
Róbinson Bustamante Marín
Minero
Róbinson, de 22 años de edad, era el soporte de la familia. Sostenía a sus cinco hermanas y a su madre Ofelia. Era el primer día de trabajo en la mina El Desespero, junto con su hermano Víctor.
Víctor Bustamante Marín
Minero
Víctor, de 26 años de edad, dejó huérfano a un niño de cuatro años. Era el mayor de los hombres de su familia. Residía con su esposa en el corregimiento La Estación, del municipio de Angelópolis
CAUSAS
UNA BOLSA DE AGUA ORIGINÓ LA TRAGEDIA
César Augusto Hernández, director del Departamento Administrativo de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres, Dapard, explicó que hubo una penetración a la montaña con cuatro mantos, los cuales pueden guardar bolsas de agua derivada de la filtración y la alta pluviosidad. "Los mineros se encontraron con una veta de una vieja mina que tenía una bolsa de agua. Por este tipo de incidente fue muy complicado que se hubieran salvado, porque había una alta pendiente y condiciones muy difíciles que permitieran una evacuación rápida", agregó.