
La firma de arquitectos completa cinco proyectos en Medellín. Lo social es fundamental en sus propuestas.
Nada de tradicional. A Giancarlo Mazzanti, el arquitecto, le gusta una palabra: riesgo. Entonces el parque biblioteca España no es solo una biblioteca. Es un lugar que se conjuga con el espacio: desde lejos, son tres piedras, ahí en la montaña. Es un lugar que se conjuga con las personas: desde cerca, es de ellos.
Mazzanti es de Barranquilla. También un poco de Medellín: Plaza Mayor, los parques biblioteca España y León de Greiff y los coliseos son diseños de su firma Mazzanti Arquitectos. Ahora, suma un lugar: él y su equipo (Urtzi Grau, Cristina Goberna e Ignacio González ) ganaron el concurso para hacer el nuevo velódromo.
La propuesta es un velódromo pensado para la gente y para conseguir récords. ¿Eso qué significa?
"Lo que se plantea es hacer un edificio para los más altos estándares de competencia de ciclismo, y que cuando no existan competiciones, ese tiempo muerto, que por lo general esos edificios deportivos tienen, pueda ser usado por la gente del barrio, por la de la ciudad y así se pueda utilizar de muchas maneras".
La propuesta parece futurista y en Twitter estaban diciendo que espacial...
"Básicamente son una serie de círculos que cuando miras en tres dimensiones parece más varios trompos. Estos elementos plantean que trabajen por agrupación y está pensado para el parque como un sistema de piezas y móviles, como un lego. Igual puede crecer en diferentes sentidos".
¿Usted es un experto en ganarse concursos?
"No, eso es lo que la gente piensa. Lo que pasa es que hacemos muchos y de esos 10 o 15, nos ganamos uno o dos y aparentemente parecerían muchos. De pronto los proyectos que hacemos son muy impactantes y eso hace que sean más notorios, pero hacemos muchos y perdemos muchísimos".
¿Es decir que los concursos son muy importantes?
"Los concursos en Colombia, y eso no lo sabe el común de la gente, son un ejemplo a nivel mundial. En ellos se presentan 30, 40, 50 firmas y en cada una puede haber fácilmente 10 arquitectos. Todos presentan su propuesta de forma anónima y un jurado, sin saber de quién es cada proyecto, escoge un ganador. Eso es un acto democrático, abierto, que permite que se escoja no por el arquitecto, sino por el proyecto, lo que permite el acceso a la gente joven".
¿Ejemplo a nivel mundial?
"Medellín, algo que no se ha dado cuenta, es un referente urbano, un referente mundial de arquitectura, y se volvió así porque los proyectos que se hacen aquí son por concurso. Eso es algo de lo que hay que sentirse orgulloso. Los concursos son importantes, tan importantes que usted va a cualquier universidad del mundo y se encuentra que hay cátedras hablando de la transformación arquitectónica de Medellín".
A usted lo asocian con la transformación social de la ciudad. ¿Por qué ese interés por lo social?
"Eso es parte de mi cátedra de acá. Yo lo pregunto desde ¿para qué la arquitectura? y el valor no está necesariamente en sí misma. Obviamente tiene un valor gigante en cómo se construye, su valor, pero para qué la hacemos. Lo que es capaz de producir, lo que es capaz de propiciar: apropiación, transformación social. La pregunta es cómo hacemos para que este proyecto sea un mecanismo que permita mejorar la calidad de vida de los demás, cómo hacemos para que sea parte de un proyecto más macro en términos urbanos, cómo propiciar nuevas formas de relación, de comportamiento. Cómo podemos hacer que una comunidad, y esto es claro en Santo Domingo, se pueda sentir orgullosa y pueda generar una economía".
¿Cómo se logra eso? Porque es solo un edificio
"Uno es la pertenencia, la apropiación y para que eso se dé, se necesita reconocimiento. La misma arquitectura es capaz de propiciar cosas y generar formas de relación. Yo puedo transformar un auditorio para que funcione de una manera u otra. Yo puedo propiciar que la gente recorra un edificio de una manera azarosa o que pueda ir descubriendo cosas. Eso permite que los edificios puedan propiciar lo que yo llamo las empatías de una comunidad con un edificio o una condición".
En su equipo involucra a personas jóvenes y de otras profesiones. ¿Por qué?
"La arquitectura es una forma de producir pensamiento, de producir sociedad, de situarse a nivel social en el mundo. Eso implica la aparición de una cantidad de personas diferentes. Es el equipo de Mazzanti, que significa que siempre está dispuesto a asociarse con otras personas para aprender. Antes de arrancar un proyecto, nos preguntamos qué queremos aprender. Trabajar en equipo significa disolver los dogmas, porque cuando trabajo solo no es necesario y no hay ningún acto de aprendizaje. En equipo estamos abriendo la discusión y construimos pensamiento".
Dicen que es irreverente a la hora de diseñar...
"Nunca me he sentido así. Hay una palabra que me parece fundamental: riesgo. Si la sociedad en la que vivimos es capaz de asumir riesgos, es capaz de avanzar. Lo que hago por lo general es tratar de innovar y eso trae un porcentaje de riesgo. Innovar significa dar un paso adelante, buscar otras opciones. Cómo innovamos, cómo proponemos algo nuevo".
Hay varios diseños suyos en Medellín. ¿Nos gusta arriesgar?
"Medellín es hoy un referente mundial, porque la arquitectura que se está haciendo es de la generación de jóvenes. El Orquideorama, la biblioteca de San Cristóbal. Todos son proyectos que dan un paso más allá. Hace unos días me dijo un curador: Medellín es el lugar hoy en día, más importante de arquitectura en el mundo, tan importante como lo fue Barcelona. Eso no lo saben. En el mundo son más conscientes de la importancia de Medellín, que nosotros mismos".
¿Le gusta esta ciudad?
"Medellín me ha ofrecido tantas cosas. Hace poco hice un documental para Discovery, en el cual agradecía haberme abierto espacios para proponer lo que me interesa. En Medellín hice mi primer gran proyecto, Plaza Mayor, y de ahí pasé a las bibliotecas, para después hacer los coliseos y luego el Velodrómo. No solo cosas de arquitectura, también de mi vida. Mis grandes amigos están en Medellín y cosas muy importantes me han pasado aquí".
¿Cuál es la ciudad que tiene en su cabeza?
"Son muchas ciudades. Creo que hoy en día el gran valor es tratar de ser de muchos lados. Yo soy de muchas partes: tengo un padre de origen italiano, nací en Barranquilla... Eso me ha enseñado a respetar las diferencias y a entender las idiosincracias y las diferentes formas de vida de la gente. Cuando las entiendo, las respeto" n
Nada de tradicional. A Giancarlo Mazzanti, el arquitecto, le gusta una palabra: arriesgarse. Entonces el parque biblioteca España no es solo una biblioteca. Es un lugar que se conjuga con el espacio: desde lejos, son tres piedras, ahí en la montaña. Es un lugar que se conjuga con las personas: desde cerca, es de ellos.
Mazzanti es de Barranquilla. También un poco de Medellín: Plaza Mayor, los parques biblioteca España y León de Greiff y los coliseos son diseños de su firma, Mazzanti Arquitectos. Ahora, además, suma un lugar: él y su equipo (Urtzi Grau, Cristina Goberna e Ignacio Gonzáles ) ganaron el concurso para hacer el nuevo velódromo.
EN DEFINITIVAGiancarlo Mazzanti y su equipo ganaron el concurso para hacer el nuevo velódromo. Con este, ya completa cinco proyectos en Medellín. Le gusta pensar en la gente y su relación con el espacio.