
EN LA SESIÓN descentralizada del Concejo de Medellín, que se cumplió ayer en este corregimiento, ediles y líderes pusieron en el escenario las principales necesidades, entre ellas mejorar los accesos y el servicio de salud.
En la cabina del teleférico, Aníbal Marín, que va desde la estación La Aldea hasta Morrón, se alegró de estar a solo diez minutos de su casa y no a casi dos horas, como antes de contar con este sistema.
¿Cómo llegaba? "En las bestias de Nando", cuenta y traduce: un tramo en bus y el resto una caminata que le tomaba, más o menos, una hora y media. Hoy utilizarlo no le cuesta nada, pero le inquieta el análisis que se hace en este momento sobre la tarifa que tendrá.
El cable conecta tres veredas de Palmitas y es un alivio para los habitantes que trabajan en la parte central del corregimiento o de la ciudad, y para los campesinos que transportan sus cargas en él.
Mientras Aníbal se encaminaba hacia Morrón, la misma preocupación que lo rondaba se discutía en la Institución Héctor Rogelio Montoya, en la sesión descentralizada el Concejo. Y no solo se habló de la tarifa, también de la necesidad de extenderlo en trayecto y horario.
Pero en Palmitas son varios los asuntos que requieren un apoyo más decidido, según sus líderes: malla vial, atención en salud, transporte, equipamiento cultural y educativo, y proyectos productivos para campesinos.
Deuda histórica
La edil, Paula Mesa, mostró imágenes que evidenciaron el mal estado de la antigua Vía al Mar: deslizamientos, hundimiento de banca y tramos peligrosos, sin señalización. No ven que adelanten mantenimientos en esta carretera que, agregó, es la alternativa normal de ocurrir alguna novedad con la del Túnel de Occidente.
Pero los accesos veredales también requieren intervención. En el sector La Aldea, por ejemplo, se perdió totalmente el camino. "Además, estamos encerrados entre dos peajes, uno en la vía antigua y otro en la del Túnel", complementó Daniel Ortiz.
Gracias al servicio que prestan empresas de transporte de San Cristóbal y de Urabá, los más de 7 mil habitantes pueden realizar sus recorridos. Tres son las quejas: la frecuencia es muy baja, hay hacinamiento en busetas y para ir a las veredas no hay muchas opciones más allá de las mototaxis.
Bernardo Guerra, presidente del Concejo, afirmó que hay una deuda histórica con este corregimiento. "El Túnel fue importante, pero el Túnel olvidó a Palmitas, que parece que no tuviera doliente en el Estado. Mi preocupación es que cada vez que uno viene lo ve más deteriorado".
El Municipio, insistió el concejal Fabio Humberto Rivera, "no puede seguir argumentando que la oferta de equipamientos para Palmitas es lo que está haciendo en San Cristóbal. Palmitas se merece una mejor atención".
Desde el Concejo, confirmó Guerra, le exigirán a la administración que en el Plan de Desarrollo se cumpla con este corregimiento.
Hasta el sacerdote aprovechó su intervención para recordar compromisos que los mismos concejales hicieron en campaña. "Que Dios me perdone por dejar la oración para el final", dijo, y acto seguido, pidió al Espíritu Santo iluminación para los gobernantes.
Contexto
Sin urgencias y sin aulas suficientes
Al ser de primer nivel, el centro de salud de Palmitas solo atiende consulta externa y planes de prevención. Esto hace que las urgencias deban ser atendidas en San Cristóbal. La líder Yolanda Vélez explicó que esto pone en riesgo la vida de los pacientes. "Llevarlos hasta San Cristóbal desde una vereda, en la noche, es algo complejo, por el estado de las vías y la falta de transporte".
Tatiana Montoya, presidenta de la Junta Administradora Local, agregó que tendrían que contar al menos con una ambulancia. El de la zona urbana, agregó, es el único plantel con secundaria, que recibe los niños de siete veredas, por eso en sus aulas hay hacinamiento. "Y tampoco tenemos un centro cultural", añadió.