
La legendaria orquesta puertorriqueña se presenta esta noche en Medellín con invitados especiales.
Ese grupo de músicos puertorriqueños frustrados y tratados como "traidores" en su tierra natal por abandonar el famoso combo de Rafael Cortijo, que a principios de 1962 pensaban dejar la música porque nadie los contrataba y ni siquiera tenían donde ensayar, no tienen fecha de retiro.
En la cúspide del pentagrama musical y en medio de la gira mundial del 50 aniversario, pocos recuerdan los obstáculos para que el Gran Combo de Puerto Rico se convirtiera en una de las agrupaciones legendarias de la música latina y en una escuela para músicos y cantantes salseros.
Por su trayectoria y calidad se ganaron a ritmo de clave el título de la Universidad de la Salsa, pero nunca soñaron con una carrera tan longeva y exitosa, como lo reconoce el pianista Rafael Ithier, director y fundador del grupo, a quien la música le hizo olvidar su otra vocación: "yo quería ser pelotero... un gran beisbolista".
A sus 86 años, recuerda que después de la separación de Cortijo y su combo "estaba frustrado, nos llamaban traidores, me quería retirar de la música y me fui a casa. A los días los músicos me fueron a buscar y me convencieron de dirigir el grupo, pero la verdad pensé que con tantas dificultades duraríamos solo unos meses ".
Pero desde su primera presentación en el salón Rock and Roll de Bayamón (Puerto Rico), el 26 de mayo de 1962, la orquesta debutó con un ritmo de que apuntaba al oído del salsero y del bailador. Las letras de sus canciones en la voz de Andy Montañez y Pellín Rodríguez, los primeros cantantes, impactaron desde el comienzo de la agrupación. A eso se sumaron vistosas coreografías de baile, que pronto le dieron una identidad propia a la banda.
La orquesta también tuvo el acierto de adaptarse a la evolución de la música y la misma industria del disco para mantenerse siempre vigente y resistir las modas musicales. Con el pasar de los años renovó su sonido y hasta incursionó en la salsa romántica. Eso le valió muchas críticas.
La orquesta liderada por el experimentado Ithier resistió: "Nos adaptamos a los cambios, muchos ortodoxos del género no lo aceptan y nos criticaron, pero por esta razón muchas orquestas desaparecieron".
A pesar de que ahora superan los 50 años de edad y dos miembros fundadores los 80 años, los veteranos músicos conservan la vitalidad para mantener el ritmo bravo de la salsa en la tarima y sus rutinas de baile. A eso se suma la férrea disciplina. "Siempre entendimos que la orquesta se convirtió en un símbolo de Puerto Rico en el mundo y teníamos que ser los mejores embajadores de nuestro país, sin drogas ni escándalos", cuenta el cantante Charlie Aponte.
Solo en 2005 se presentaron en 137 conciertos, un récord vigente entre las orquestas latinas. Otro de los secretos que ha mantenido unido al grupo es un sistema cooperativo creado para conservar el sentido de pertenencia.
De esta forma los integrantes, además de músicos, son los representantes, tesoreros, coreógrafos y hasta los encargados de mantener listos los uniformes para cada presentación, como es el caso del cantante Papo Rosario.
Varias generaciones de músicos y cantantes reconocen que fueron inspirados por el Gran Combo, como Gilberto Santa Rosa, quien confesó que su sueño frustrado fue integrar la banda. Otras figuras del género como Rubén Blades declaran su admiración: "Lo que el Gran Combo demuestra es la posibilidad no solo de durar, sino de mantener la calidad".
Con invitados especiales, esta noche es el turno de Medellín para celebrar los 50 años de la receta musical de los Mulatos del Sabor.
PARA SABER MÁS
LOS INVITADOS A LA CELEBRACIÓN
El concierto de celebración del 50 aniversario del Gran Combo tendrá lugar esta noche en la discoteca Palmahía. El evento tendrá invitados especiales para homenajear a la orquesta salsera, entre ellos los cantantes Checo Acosta, John Lozano, Carlos Guerrero, Gabino Pampini y Carlos Romero.