
El Primer Comando de esa ciudad recibe dinero de los narcos, entre ellos las Farc. Brasil es tránsito de la droga en las rutas hacia África y Europa
"Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Aquí en la cárcel no pueden entrar y matarme, pero yo los puedo mandar a matar allá afuera. Somos una nueva especie".
Estas palabras de Marcos Herbas Camacho , alias "Marcola", pronunciadas hace seis años desde la prisión, regresaron como una avalancha al área metropolitana de Sao Paulo, sacudida por una oleada criminal que ha dejado más de 250 homicidios desde octubre y sepultado a 94 policías en lo que va del año.
Para las autoridades, la generadora de la funesta racha de 10 asesinatos diarios es la organización mafiosa Primer Comando de la Capital (PCC), liderada por "Marcola" y su cofradía desde las celdas. La metrópoli de 21 millones de habitantes es escenario de quemas de buses, balaceras indiscriminadas y sicariato selectivo.
El problema generó un debate en la Cámara de Diputados y la intervención de la Presidencia, delegando al ministro de Justicia para que se apersonara del caso. El gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin , declaró que el número de muertos es proporcional a la enorme población y que su departamento es víctima de una campaña de desprestigio.
Y es que a Brasil no le conviene figurar por una oleada de violencia, ad portas de celebrar el Mundial de Fútbol (2014) y los Juegos Olímpicos (2016).
Pero otra cosa parecen pensar "Marcola" y sus discípulos, agrandados por el dinero que les llega de sus socios en países como Colombia.
El PCC y Colombia
Brasil comparte frontera con los tres principales productores de cocaína del mundo: Perú, Colombia y Bolivia. Por eso, de acuerdo con un estudio de la Oficina de Asuntos Narcóticos Internacionales de E.U., hoy es el segundo consumidor de este alucinógeno en el planeta, después de los norteamericanos.
El documento precisa que la tierra de la samba es una vía de tránsito para la mercancía de los narcotraficantes en las rutas hacia África y Europa, principalmente a través del océano Atlántico.
Para movilizar los estupefacientes por suelo brasileño, los narcos deben pactar con el Comando Rojo, de Río de Janeiro, y el PCC de Sao Paulo. "Estas bandas controlan la distribución de la droga y están involucradas en la importación y tráfico de armas", según la Oficina estadounidense.
María Vélez de Berliner es una medellinense experta en Crimen Transnacional, que vivió en Brasil y está radicada en E.U., donde trabaja como consultora del Pentágono. En entrevista exclusiva con El Colombiano señaló que el PCC delinque al estilo de las bacrim (bandas criminales) colombianas.
"'Marcola' maneja las pandillas desde la cárcel de Taubaté. En Sao Paulo hay unas 100 bandas", contó, y añadió que la corrupción en los presidios facilita que los cabecillas coordinen sus grupos vía celular y con mensajes enviados con los visitantes.
En cuanto al tráfico con las estructuras colombianas, indicó que las Farc manejan una red que pasa por la Amazonía hasta Sao Paulo.
El enlace, en un principio, fue el narcotraficante brasileño Fernandinho Beira Mar (alias "Fernandiño"), socio del abatido guerrillero "el Negro Acacio". Según Vélez, "Beira Mar era el hombre de 'Marcola' en Leticia", pero fue capturado en Colombia en 2001 y ahora pasa los días en una cárcel de Brasil.
La última crisis
Con la presente crisis, que a septiembre ya marcaba un aumento del 22 por ciento en los homicidios con relación al 2011, se teme que se repitan los desmanes de mayo de 2006, cuando el PCC realizó varios ataques que dejaron 493 muertos en 10 días, según la Comisión Especial Independiente para la Crisis de la Seguridad Pública.
El 2006 fue también el año en que la Policía brasilera se mostró más agresiva. El Centro de Estudios de la Seguridad, de la Universidad Candido Mendes, estimó que unas 3.000 personas murieron a manos de los uniformados.
Entonces hubo una tensa calma que se logró, según el exzar antidrogas de Brasil, Walter Maierovith , por un acuerdo clandestino entre el PCC y el Gobierno. "Este año el Gobierno rompió la tregua. La violencia actual es la respuesta del PCC al fin de la tregua y la violenta reacción de la Policía", dijo a AP .
La Oficina de Asuntos Narcóticos Internacionales de Estados Unidos estimó en 2010 que el PCC tenía unos 20.000 adeptos en todo el país. El diario Folha de Sao Paulo publicó en octubre pasado que la base sería de 1.300 miembros.
Moviendo sus hilos está "Marcola", tal cual lo vaticinó hace seis años: "Yo era pobre e invisible, ahora estamos ricos con la multinacional de la droga, y ustedes se están muriendo de miedo".
ANÁLISIS
La crisis carcelaria afecta la seguridad
En el informe de 2011 de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, adscrita al Departamento de Estado de E.U., quedó constancia de la crisis carcelaria que padece Brasil y que al fin de cuentas facilita sublevaciones como la del Primer Comando de la Capital.
En el primer semestre del año pasado se presentaron 84 muertes de internos, 11 de naturaleza criminal.
"Las condiciones sanitarias son inadecuadas, los presos que cometieron pequeños crímenes están encerrados con asesinos. De acuerdo con el Consejo Nacional de Justicia, a agosto había 471.528 prisioneros en un sistema diseñado para 333.000", reza el informe.
Quizá por eso, la semana pasada el ministro de Justicia, José Cardozo, confesó que "preferiría morir" antes que caer a las celdas de su nación, donde el sistema penal es "medieval".
Los estudios carcelarios también reflejan que en la crisis de seguridad hay una alta participación de la juventud. A octubre de 2011 había 18.196 adolescentes en centros de detención, 4.5% más que en el mismo periodo de 2010.
PARA SABER MÁS
UNA MASACRE ORIGINÓ AL PCC
De acuerdo con los estatutos del Primer Comando de la Capital, esta organización fue creada en 1993 en la prisión de Taubaté, en Sao Paulo.
Un hecho que detonó la conformación de la banda fue la famosa masacre de Carandiru, el 2 de octubre de 1992, cuando un operativo de la Policía para poner fin a un motín en el Centro de Detención del mismo nombre, en Sao Paulo, terminó con 111 internos muertos (102 de ellos a manos de los uniformados).
EN DEFINITIVA
El incremento de la violencia y los asesinatos en Sao Paulo está directamente relacionado con el aumento del tráfico y consumo de drogas en las principales ciudades de Brasil.