Luis Fernando Mosquera hizo el gesto para que le llegara el balón a su cabeza. Desde la zaga verdolaga se levantó el balón para el volante verdolaga que con un sutil golpe de cabeza se la tdejó a Avilés Hurtado, quien se llevó el balón en velocidad y cedió el pase a Juan David Valencia que definió. Euforia, era el segundo gol de Nacional con el que se coronaba campeón por primera vez de la Copa Postobón.
En la tribuna la emoción era desmedida. Grandes y chicos desbordaron de alegría con la nueva conquista del club verdolaga que le sumó a su vitrina un trofeo esquivo durante cinco ediciones.
Al final y con méritos, Nacional venció 2-0 a Pasto y se quedó con la Copa Postobón y por ende un tiquete a la Copa Suramericana del año 2013.
En el primer tiempo, Nacional no fue ajeno a revelar el gran problema de definición que ha tenido durante los últimos partidos.
El técnico Juan Carlos Osorio, estratega verde, se movía de lado a lado sobre la línea en los primeros minutos. Era normal, la preocupación suya aumentaba al ver que ni delanteros ni volantes podían vulnerar el arco de los pastusos.
Elkin Calle, lateral verde, fue el que sacó de la presión a los locales. Con un remate fuerte que pasó cerca del horizontal despertó a sus compañeros. Nacional convocó la fiesta, con un estadio lleno en su totalidad, pero las emociones se estaban postergando.
En la línea continuaba Osorio, esta vez impávido esperando la reacción del conjunto verdolaga que se vio atacado en los primeros minutos.
Como a un cuerpo que le falta su cerebro, Nacional sintió la ausencia por momentos de Macnelly Torres, el barranquillero, reflejó su desconcentración en cada pase que hacía, la mayoría errados.
Desde atrás y buscando liderar el juego verde, Alexander Mejía trataba de suplir la falta de generación de fútbol.
Pasto, con inteligencia, logró complicar a Nacional en su casa y puso a padecer a los hinchas en la tribuna que veían a Cristian Bonilla salvando el arco de los locales.
Con más ímpetu que orden, Juan David Valencia empezó a jalonar el juego de Nacional. El grito en la tribuna se empezó a ahogar una y otra vez. Primero fue Fernando Uribe de cabeza a los 8 minutos, luego Jherson Córdoba a los 30' y repitió Uribe a los 41'. No llegaba la celebración y aumentaba el desespero por tanto desperdicio.
La libreta de Osorio se llenaba cada vez más de apuntes para conversar en el entretiempo. Pasto logró asustar el arco de Bonilla y Nacional respondía con Uribe. Así, con un partido de ida y vuelta se fueron a los camerinos.
La hora del grito
En la tribuna las luces de las cámaras fotográficas estallaban una y otra vez. Los abrazos se multiplicaron y el taco por celebrar un gol en el Atanasio salió expedido sin rumbo alguno. Corría el minuto 58 del juego de la final y con un pase perfecto de Farid Díaz, una excelente penetración de Macnelly en el área y un toque sutil de Uribe se escuchó el estallido por el primer gol de la noche.
Hasta ese momento, Pasto había sido el de las propuestas. Nacional respondía con contragolpes explosivos que morían sin concluirse. Avilés Hurtado se escapó un par de ocasiones por la banda izquierda, pero sus balones murieron en la línea final. La tensión que había aumentado solo se fue con el gol. Las caras en ese momento fueron de felicidad.
Después del gol, Nacional se adueñó del juego. La tribuna se empezó a animar y al verde se le aumentó el poder con cada grito de aliento que venía de las 40.297 hinchas que colmaron las graderías del coloso de la 74.
A los 77 minutos se consumó todo. Una jugada de Avilés terminó en los pies de Valencia que definió por debajo de la humanidad del portero pastuso. Fiesta y alegría en el rostro de un estadio que vio al onceno verde coronarse por primera vez en la Copa Postobón.