
Un vistazo a la evolución política en Colombia, al estado actual de América Latina, el mundo y sus retos. ¿En qué consiste, al fin, el nuevo orden mundial?
Política, elecciones, narcotráfico, conflictos. Repaso histórico y perspectivas de un futuro mejor.
En tiempos en los que todo parece someterse a una revisión permanente, a un cuestionamiento sistemático, es pertinente hacer un repaso al actual estado de cosas sobre las corrientes de poder geopolítico. Comenzando, obviamente, por una apretada síntesis del manejo del poder en Colombia, a partir de 1912, fecha de fundación de EL COLOMBIANO.
¿Es ajustada a la verdad esa tesis recurrente de que Colombia ha sido una especie de finca, donde dominan unas cuantas familias y el acceso al poder político está vedado a quienes no pertenezcan a ellas? ¿Ha sido la violencia el único hilo conductor del ejercicio del poder en nuestro país?
Si durante los años 40 y 50 de siglo pasado la violencia partidista impuso sus garras sobre el cuello de la nación y determinó el ejercicio de toda la función pública, a partir de la decada del 70 son el narcotráfico y la guerrilla los que asentaron su yugo sobre la realidad nacional.
Llegó a ser tan poderosa la infiltración de los narcos en todos los ámbitos de la vida nacional, que financiaron una campaña presidencial que resultó triunfante. No obstante, no todos los funcionarios vendieron su alma al diablo, y el listado de mártires abatidos por los sicarios de los carteles llena los registros históricos.
¿Qué opciones se contemplan, al día de hoy, para luchar con un fenómeno económico y criminal que una corriente de opinión, cada vez más grande, considera invencible por las vías tradicionales?
El narcotráfico, como multinacional del crimen, lleva necesariamente a mirar más allá de las fronteras nacionales para evaluar el desempeño y verdadero peso de las organizaciones multilaterales, supraestatales, que tienen competencias para tratar globalmente problemas acuciantes.
La proliferación de estas entidades lleva a cuestionarnos su eficacia, y el alcance de sus resoluciones. Aparte de las antiguas, como la Onu y la OEA, en el subcontinente han surgido Unasur y otras de carácter más ideológico que económico, como el Alba. ¿Sirven para algo?
América Latina busca la integración, pero ni siquiera la ha logrado, plenamente, en el ámbito comercial. ¿Se logrará la integración política, como lo pregonan los heraldos del bolivarianismo? ¿Este discurso neobolivariano, cargado de ideología, ayuda a la integración?
Estados Unidos, el referente del Norte, sigue siendo poderoso pero su posición hegemónica ha menguado. ¿Podrá China, no ya en el mundo, sino en nuestro continente, asumir el papel de liderazgo derivado de su condición de gran cliente y, a su vez, gran proveedor de bienes?
Además, tenemos en cuenta para estos análisis, las nuevas formas de participación política y de manifestar la opinión ciudadana a través de redes sociales: Política 2.0.
Confiamos en que este especial temático, el noveno de diez, en el año de nuestro primer centenario, sirva a los lectores para dar un repaso al panorama geopolítico del mundo que nos tocó en suerte.