
El consenso entre los pronosticadores reflejó el aumento de las posibilidades de que El Niño comience en julio-septiembre del 2012, publicó el Centro de Predicción Climática de Estados Unidos en su informe mensual.
El temido fenómeno climático de El Niño podría comenzar a sentirse en el tercer trimestre de este año, lo que aumentará las posibilidades de que provoque estragos en los patrones climáticos desde el norte y el sur de América hasta Asia, indicó este jueves la entidad.
El reporte es la predicción más fuerte que se conoce hasta ahora sobre el momento en que El Niño podría irrumpir. El mes pasado, la entidad emitió una advertencia que decía que el fenómeno podría materializarse en el segundo semestre de este año, pero que las condiciones eran neutrales entre junio y agosto.
"Las anomalías del contenido calórico oceánico aumentaron durante junio, a medida que las temperaturas bajo la superficie por encima del promedio se volvieron más afianzadas en el Pacífico ecuatorial", afirmó el Centro de Predicción Climática de Estados Unidos (CPC).
Además del sector energético en México responsable de más de un 20 por ciento de la producción local de crudo, la producción global de alimentos podría sufrir fuerte trastornos por el calentamiento causado por El Niño.
Tres años atrás, este fenómeno demoró el desarrollo de los monzones indios y generó un alza en el precio del azúcar a máximos en 30 años.
Las lluvias también dañan los cultivos de potencias agrícolas como Brasil y Argentina, mientras que áreas normalmente secas de Chile, el mayor productor mundial de cobre, podrían sufrir inundaciones.
Más adelante en el año, El Niño generaría graves tormentas durante el inverno boreal, especialmente en California y en otros estados del oeste de Estados Unidos.
Contexto
¿Qué es el fenómeno del Niño?
El Niño es un fenómeno que provoca un calentamiento en las temperaturas del agua en el Pacífico ecuatorial y ocurre cada cuatro o 12 años. Afecta los cultivos de Asia y el continente americano y reduce las posibilidades de que se formen tormentas en la cuenca del Atlántico durante la temporada de huracanes que se extiende hasta el 30 de noviembre.